Millones de empleados a lo largo de Estados Unidos afrontaron múltiples desafíos tras sufrir un accidente en su ámbito laboral. En muchas ocasiones, estos pueden provocar que el lesionado no pueda volver a realizar las labores que desarrollaba antes de su accidente, y algunos ni siquiera son capaces de regresar a trabajar durante meses, años, o en el resto de su vida. A raíz de ello, un accidente laboral que provoque lesiones a un empleado, requerirá una indemnización de las mismas dimensiones o aún mayores a las del accidente, para que el trabajador pueda realmente considerarse compensado.
Prácticamente todas las lesiones pueden conllevar facturas médicas o trámites muy costosos, así como también la pérdida de nuevos ingresos, lo que se traduce en gravísimas pérdidas económicas para la gran mayoría de los empleados. Es por ello que cualquier empleado que resulte lesionado en su ámbito laboral, debe iniciar de inmediato (o lo más pronto posible según la lesión lo permita) el proceso de solicitud de compensación para trabajadores.
Si bien es verdad que hay seguros de accidentes laborales creados para brindar beneficios médicos y financieros a empleados lesionados, el estado de Texas no obliga a las empresas privadas a disponer de un seguro así. A raíz de ello, todos los trabajadores tienen que estar al tanto de cuáles son los pasos que conforman el proceso para solicitar la correspondiente compensación tras sufrir una lesión laboral.
Como primera medida, debe reportarse la lesión al jefe, patrón o empleador en el plazo de 30 días, desde la fecha en que ocurrió la lesión, o bien el momento en el que el trabajador notó que su lesión o enfermedad se encontraba estrictamente relacionada al desarrollo de su trabajo. Dejar pasar un tiempo mayor al plazo mencionado, además de ser completamente contraproducente, puede generar que el lesionado no obtenga a futuro toda la compensación que le corresponde, o sea indemnizado con un monto menor al que debería recibir.
Aun si el empleador notifica a una aseguradora sobre su lesión, e incluso si esta compañía de seguros de compensación para trabajadores inició el pago de los gastos médicos u otro tipo de beneficios económicos, eso no exime al empleado de su obligación de cumplir con un plazo de un año para iniciar un reclamo ante el estado. No presentar la demanda dentro de los primeros 365 días, da prácticamente siempre como resultado que la víctima lesionada (o enferma) pierda todo tipo de elegibilidad para recibir la compensación que le corresponde por ley.
En este contexto, para presentar una demanda completa se deberá averiguar culpabilidades, exponer a los responsables, hallar razones y causales del accidente. Todo ello conforma un trabajo por demás complejo y extenuante. Sumado a ello, lo más probable es que la víctima se encuentre atravesando un período en el que tenga que abocarse solamente al tratamiento de sus lesiones y luego a la correspondiente rehabilitación. Todo lo que ello involucra, demora y obstaculiza aún más el interminable proceso de búsqueda de documentación e información para respaldar la solicitud de compensación para trabajadores.
Si bien puede resultar muy evidente, la contratación de un abogado de compensación laboral debe ser el segundo paso, inmediatamente después del reporte de la lesión al empleador. Por supuesto que el lesionado no está obligado por la ley a contar con el apoyo y la asesoría legal de un profesional que tenga años de experiencia en este rubro. Pero no hacerlo sería asimismo otra decisión contraproducente que seguramente ocasione las mismas malas consecuencias que dejar pasar mucho tiempo sin reportar la lesión.
Una vez que se cuenta con la ayuda infaltable de un abogado, es momento de presentar la reclamación. Puede realizarse llamando a la División de Compensación para Trabajadores del Departamento de Seguros de Texas e informándoles sobre la lesión y la necesidad de presentar un reclamo. Esta División le envía al empleado un paquete con formularios para completar, que además de ser varios, resultan largos y complejos. El papel de un profesional experto en esto vuelve a ser fundamental en la búsqueda del éxito.
Las leyes de compensación para trabajadores de Texas son muy complejas e impactan muchas áreas de la vida y el futuro de los trabajadores lesionados. Sumado a ello, las compañías de seguros trabajan de la mano de sus abogados, expertos en limitar o disputar al máximo la atención médica y el derecho a beneficios del lesionado que inicia una demanda. Hablar con un abogado le garantiza al trabajador una ayuda para comprender todos sus derechos, responsabilidades y opciones en un momento tan difícil que probablemente le impida pensar con cordura cuáles son las mejores decisiones y cómo llevarlas a cabo para evitar seguir agrandando el problema.
Es de vital importancia completar de manera correcta toda la documentación que forma parte del reclamo. Al momento de recibir la demanda, los abogados de las compañías de seguro revisarán paso a paso cada uno de los aspectos del reclamo del lesionado, buscando formas de limitarlo o incluso anularlo. Absolutamente toda la información con la que se rellenan los formularios se encuentra sujeta a cuestionamiento y es admisible en procedimientos de disputa.
Una vez presentado el reclamo, la aseguradora deberá optar entre aceptarlo o rechazarlo, informándole la decisión al trabajador lesionado o a su abogado. Si la compañía termina por aceptar la demanda, ofrecerá un pago al demandante que puede cubrir múltiples gastos, como costos de facturas médicas, medicamentos, pagos por discapacidad y salarios perdidos, y otros factores menos imaginables, los cuales seguramente el empleado desconozca y requiera de un abogado que se los enumere y detalle. Por su parte, la parte demandante podrá aceptar la oferta de la aseguradora, o bien negociar en busca de un acuerdo estructurado más grande, argumentando las razones de su disconformidad.
En contrapartida, si la compañía de seguros opta por rechazar la demanda, el empleado junto a su abogado podrán solicitar una reconsideración por parte de la aseguradora, a través de la presentación de una apelación formal, que por lo general se realiza mediante la junta o comisión de Compensación de Trabajadores del Estado. Es correcto decir que la gran mayoría de los casos de este tenor son resueltos mediante un acuerdo negociado, pero en muchas otras ocasiones ni siquiera en esta tapa se logra un acuerdo entre ambas partes. Cuando no se llega a un convenio, se agrega otra fase más al eterno proceso en busca de justicia.
Este siguiente paso será un juicio donde tanto el demandante como el demandado, exhibirán todas las pruebas que piensen que ampararán sus relatos. Mientras que el demandado intentará junto a su abogado demostrar que se requiere el pago de una compensación por las lesiones sufridas, la compañía de seguros hará todo lo que esté a su alcance para evitar pagar una indemnización o hacer que esta compensación sea realmente mucho menor a la debida.
El proceso de solicitud de compensación para trabajadores lesionados podría finalizar en esta etapa a través de un veredicto en el juicio, si se determina que hay o no un responsable, imponiendo una cantidad a indemnizar. Pero existe la posibilidad de tener un último paso, ya que la parte que no salga beneficiada tiene el derecho a apelar esta decisión, si la considera incorrecta a nivel legal. Para poder impugnar de manera exitosa una denegación de este tipo, se deberá solicitar una conferencia de revisión sobre los beneficios de la víctima, la cual será respondida por una sentencia de otro juez, llamado árbitro, cuyo dictamen ya ninguna de las partes podrá apelar.