“La gente se siente cada vez más sola y ese es un elemento en el que tenemos que trabajar. Lo material es muy importante hasta un punto de supervivencia, pero a partir de ahí cuenta muy poco en la sensación de felicidad, de satisfacción, de bienestar de las personas”.
En Diálogo con Longobardi, la felicidad según la escritora Elsa Punset. Nacida en Londres, filósofa graduada en Oxford, encontró su vocación en la escritura. Hija de exiliados políticos de la época de Franco, con libros que son best sellers, se especializa en el tema de la inteligencia emocional y hasta creó un Laboratorio de Aprendizaje Social y Emocional.
¿Qué es la diversidad?
“Se tiene, yo creo, una imagen demasiado simplista de lo que es la riqueza humana, de lo que es la complejidad del cerebro humano, de la capacidad que tenemos por una parte de absorber muchas influencias diferentes −y esto es controvertido−, pero se da una importancia exagerada a lo que es cultural, mi cultura, como si aquello fuese algo tan diferente. En realidad cultura es cómo haces las cosas. Pero la esencia, y creo que es muy importante y ojalá parte de mi mensaje cale en esto, la esencia es la misma no sólo hoy en el siglo 21 sino −y esto lo vemos en Felices, este libro− si tú haces un viaje 5000 años atrás, la esencia, el cerebro humano es el mismo y ha cambiado tan poco. Somos tan similares, tenemos un solo lenguaje universal que son las emociones básicas que todos hablamos.”
La multiculturalidad:
“Una crisis que estamos viviendo en el mundo entero. De repente nos vemos inmersos en esta revolución tecnológica y el mundo que empieza a cambiar de forma vertiginosa. Si hay una cosa que el cerebro humano no le gusta es el cambio. Y ahora tenemos una intensidad de cambio que nos está costando aceptar. Entonces hay determinada sensación en el mundo entero de que estamos yendo demasiado deprisa, que tenemos de alguna forma que parar el reloj y reconsiderar las cosas. Yo entiendo ese miedo, ese vértigo, que sienten muchos países, pero creo que vamos a tener que aprender a fluir, a dejarnos llevar.”
El miedo al otro como motor de tragedias:
“Sobre todo, si los que rodeamos a los que son víctimas del miedo en ese momento miran hacia otro lado. En ese sentido yo creo que no nos podemos dar el lujo, como ciudadanos, de ser indiferentes, que de alguna forma hemos vivido en sociedades donde hasta ahora hemos delegado el poder a los demás y nuestros políticos toman las decisiones, y que ahora necesitamos ser ciudadanos muy activos. E incluso en cosas pequeñas o aparentemente pequeñas: qué compramos, qué usamos, cada cosa que comes, que usas, tiene un impacto sobre el mundo en el que vives. Y, en ese sentido, yo creo que tenemos mucho poder y lo tenemos que utilizar de forma muy consciente para seguir moviendo el mundo en la dirección que queremos que es buena. Eso siempre recuerdo a las personas.”
¿Cómo ser optimista en un mundo en que muchas cosas causan horror?
“Yo también me horrorizo, pero a lo mejor pienso que debemos alejarnos de la anécdota. Primero porque sé que, en todos los lugares del mundo, a lo largo de la historia todo el mundo, han tenido problemas y, sin embargo, si tú miras el dibujo a gran escala del mundo desde 1800 la esperanza de vida era 30 años y ahora es 72 años. ¿Cuánta gente sabía aprender a leer y escribir en 1800? Ahora tenemos el 80 de la población alfabetizada. ¿Cuántos niños reciben al menos una vacuna en el mundo entero? 80 por ciento. ¿Cuántas niñas logran terminar la escuela primaria en los países más pobres? 60 por ciento. ¿Cuánta gente sale de la pobreza extrema cada día? 125000 personas. Es extraordinario el cambio en dos siglos, brutal. ¿Pero qué pasa? Nosotros estamos aquí sentados, viviendo en el caos humano que siempre ha existido y ¿qué pasa? Dos cosas. Primero que los medios de comunicación no dan el espacio, la relevancia, a las noticias buenas: siempre se centran en la crisis y en el conflicto, porque eso es lo que vende. Sino cerrarían todos probablemente porque ¿qué tiene el humano? El cerebro programado para sobrevivir, que se fija en lo negativo, memoriza lo negativo, es decir que tenemos este sesgo negativo que nos lleva a pensar que el mundo anda mal. Y luego porque los cambios buenos son tan pequeños, están fragmentados, que no podemos darlos en una gran noticia. Entonces los ignoramos. Creo que es tan importante que recordemos que el mundo va mejor, no es una inercia automática: va mejor porque la gente desde hace siglos y siglos empuja en la dirección de la igualdad, la justicia y la reforma.”
¿Qué es la inteligencia emocional?
“Hasta hace dos décadas, más o menos, tú no podías entrar en la caja negra del cerebro. La neurona que es la unidad cerebral es invisible para el ojo humano, con lo cual hemos tenido que esperar a tener la tecnología para poder entrar en el cerebro. Se decía la inteligencia humana es lo racional, las emociones son los animales. Desde hace dos décadas −y esto está tardando encalar en nuestros sistemas educativos− la idea de que tenemos una inteligencia emocional de los neurocientíficos: tenemos cerebro emocional. De hecho, porque el órgano de las emociones también es el cerebro, resulta que razón y emoción funcionan a la vez, que cuando tú dices algo, piensas algo, decides algo, la emoción está en la base de la razón. Con lo cual nos damos cuenta de repente de otra cosa importantísima: que ese cerebro que pensábamos que era inmutable resulta que sí puedes educarlo, entrenarlo como un músculo, tu capacidad para la creatividad, para la motivación, para el autocontrol, para la serenidad, para la alegría, todo lo que es emocional y social, forma parte de tu inteligencia y lo puedes entrenar. Y eso es una llave de libertad impresionante. Nuestra inteligencia es emocional, no es una parte de nuestra inteligencia, no es buenismo, porque mucha gente piensa . No. Es una nueva forma de entender el cerebro y cuando hablamos de cerebro hablamos de cerebro y emociones.”
La vinculación de las neurociencias:
“La parte científica que ha entrado en la caja negra del cerebro son las Neurociencias: entender el cerebro humano. Lo que nos dice la neurociencia es que los humanos tenemos una corteza cerebral que es la capacidad de mirar hacia adelante, prever y recordar muy desarrolladas y que tenemos muchas dificultades para vivir en el presente, y en eso nos dan el ejemplo de los niños. Los niños, que tienen un cerebro menos desarrollado, viven mucho más en el presente y sienten mucha más alegría, ríen y sonríen una media de 300 veces al día en promedio y los adultos 17. Es importante recordar esto porque este cerebro que está aquí, con esta capacidad de creer y recordar, tiene un sesgo negativo. Recordemos que es un cerebro programado para sobrevivir, antiguo, que genera las amenazas y el miedo porque tenemos esta tendencia. Nunca está en el presente, con alegría, sino está en el futuro y el pasado, con miedo: nuestro cerebro no está programado para ser feliz. El cerebro humano en realidad tiene dos grandes polos: miedo, la capacidad de defenderte, de protegerte, excluir al otro, agredir al otro. la supervivencia. Y tiene el amor en su sentido más amplio y, dentro del amor, está salir al mundo, descubrirlo, crear, investigar, contactarte con los demás, vincularte con los demás. Entonces cuanto a medida que sube el miedo en nuestras vidas baja la capacidad para vincularnos con los demás, para descubrir, y para ser estos grandes viajeros de la aventura de vivir.”
¿Qué es la felicidad?
“A veces creo que las personas se cansan de esa palabra porque es tan abstracta… La felicidad es un sentimiento subjetivo. ¿Por qué es importante hablar de felicidad? Porque este cerebro que tenemos, que es tan emocional, resulta que otra cosa que hemos descubierto no hace tanto es que cada emoción deja una huella en el cuerpo. Y si tú estás constantemente asustado, con niveles de hormonas que te estresan, que te dañen físicamente si estás constantemente infeliz, esto va a afectar tu salud física. Es importante que hablemos de felicidad pensando que no es un lujo biológico: que es una necesidad para tener buena salud mental, emocional y también física, esta esta felicidad que es un sentimiento subjetivo sí que sabemos también que la podemos trabajar de determinadas maneras, qué cosas que nos ayudan a alcanzarla mejor.”
La lista de los países más felices del mundo
“Una sociedad donde hay igualdad, donde hay baja corrupción, donde te sientes protegido pone en paz esa parte del cerebro programado para sobrevivir, se calma, y tienes más tiempo para otra cosa que cuenta mucho en esos países que es la generosidad social, es la sensación de ayuda a nivel de un país entero. Desde los años 50 del siglo pasado ha ido subiendo nuestro confort material pero no sube la felicidad. En los países desarrollados el capital social, la sensación de sentirte apoyado, de tener amigos, de tener relaciones íntimas se baja: la gente se siente cada vez más sola y ese es un elemento absolutamente clave en el que tenemos que trabajar. Lo material es muy importante hasta un punto de supervivencia, pero a partir de ahí cuenta muy poco en la sensación de felicidad, de satisfacción, de bienestar de las personas.”
Sobre el impacto que tiene Marie kondo qué relacionado la felicidad y el orden y el anti estrés:
“Marie Kondo habla del orden y te dice una cosa bonita en una sociedad donde todas las casas son un caos de cosas, porque tenemos un exceso de porque es una sociedad de consumo y ella da un truco que a la gente le ha chocado, pero que es inteligente. Dice: si no estás seguro de con qué parte tú necesitas orden, orden para que el orden interno refleje el externo, si tienes que tirar cosas, quédate con aquello que te da alegría. Y al final es darle a la alegría la importancia que tiene. La alegría que genera salud física, salud mental, espacio para crear. Limpia, ordena, y eso le da un mensaje al cerebro de . Es un mensaje muy sencillo de aplicar y muy potente.”
La crueldad en las redes
“La naturaleza nos ha dotado de este mecanismo que es la empatía, que es que tú no solo entiendes cognitivamente al otro: lo sientes físicamente. Eso nos permite convivir y no hacernos daño. Gracias a esto yo no te voy a decir en la cara cosas terribles, porque tú vas a reaccionar y me vas a contagiar como un virus tu emoción. Entonces nos vamos matizando, gestionando. Cuando no te conozco de nada me da igual: no te veo, no te siento, no te miro. Entonces rompes esa capacidad de comunicar, de empatizar, de ponerte en la piel del otro. Por eso en las redes sociales nos decimos cosas que muy poca gente se diría en la cara. No se dan cuenta del daño que hacen porque no ven la reacción del otro y eso no templa su expresión. Somos la primera generación que vive en este mundo de redes pero tenemos que empezar a educarnos para saber qué hacemos mucho daño.”
La resiliencia:
“Es la capacidad de superar obstáculos y la vida está llena de obstáculos. Cuando intentamos vivir vidas centradas en el placer y evitar lo que llamamos emociones negativas, que yo siempre digo que no son tales, todos tienen un sentido: la ira, el germen de la justicia social, el miedo te protege. Lo que más dispara nuestra capacidad de superar obstáculos es el afecto de los demás La palabra resiliencia viene del mundo físico; es la capacidad que tienes cuando tiras, cuando haces fuerza con un objeto, de volver a su posición inicial. Lo que más nos ayuda a volver a este lugar de fuerza es el afecto de los demás, es una palabra de los demás. Los humanos siempre tenemos esta capacidad de ayudar a los demás de superar obstáculos que este afecto que podemos dar y a veces somos muy tímidos con esto: yo creo que no nos damos cuenta de la fuerza de esa herramienta.”
La pregunta del invitado anterior, el actor Oscar Martínez: ¿Qué es el amor?
“Diría que es nuestra gran brújula que nos mantiene abiertos. Hay algo muy bonito con el amor: el cerebro es plástico, entrenable, abierto a cambiar. Pero luego lo cerramos muy rápidamente. Cuando nos enamoramos es más plástico, cuando te enamoras es un momento en el que estás dispuesto a hacer cambios por los demás. Yo diría que el amor es el gran motivador, lo que nos saca de la cama cada mañana y nos lleva a seguir haciendo cosas por seguir tirando del mundo hacia adelante.”