A fines de los 80´, en un pueblo del interior del país, existe un barrio alejado, en él, sobre la última manzana, una casa humilde en donde viven Julián, su madre Ana y su abuelo Claudio.
Frente a ellos se abre el campo como el mismo infinito, no hay límites para la vista, sólo un gallinero marca los bordes de donde es imposible escapar. Esa mañana el amanecer es diferente, el gallo no canta, desaparece y deciden hacer guardia hasta esperar al ladrón, los cazadores están sueltos, mientras la amenaza en el pueblo es inminente.
Julián y Marcos, su amigo de enfrente, recién llegado de la ciudad, quien le trae un mundo nuevo, adolecen ante la mirada de quienes creen que el amor es “la peste”.
Actores: Adriana Ferrer (Ana), Luis Gutmann (Claudio), Valentino Grizutti (Julián) y Juan Cottet (Marcos).
Música: Matias Niebur – Nicolas Bari
Escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez
Diseño de luces: Ricardo Sica
Vestuario: Marisol Castañeda
Fotos: Sol Schiller
Diseño gráfico: Sergio Calvo
Asistencia coreográfica: Pablo Errante
Maquillaje: Elisa Bressán
Supervisión dramatúrgica: Javier Daulte
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Asistencia de dirección: Luciana Becerra
Producción: Lucho Valenzuela
Dramaturgia y dirección: Nacho De Santis
Con localidades agotadas, excelentes críticas y destacadas actuaciones, la elogiada pieza teatral continúa presentándose con mucho éxito en el Espacio Callejón.
GALLO
Una obra de Nacho De Santis
El horizonte no es más que una línea recta, hasta que echamos a andar.
Funciones:
Todos los viernes a las 20 hs.
Espacio Callejón
Humahuaca 3759, 4862-1167
Reservas y compra de entradas: www.alternativateatral.com
Entradas desde $330 y $290 (descuentos a estudiantes y jubilados).
Palabras del director
Había una vez un campo, un grupo de chicos jugando y una casa de cemento sobre el borde de la calle. Un escenario perfecto para observar y apropiarse, lleno de detalles y formas extrañas. Criarse alrededor de un gallinero es un sello para siempre: su olor, sus ruidos, sus gritos, el piar de los pollitos y el verlos crecer, para más temprano que tarde amanecer al canto de los gallos.
La escena trae al teatro ese espacio particular dispuesto igual al de la realidad, ordenado de forma tal que podamos ver en el público el horizonte, lo que se abre ante los ojos de los personajes, lo ajeno, lo extraordinario. Dentro de la escena todo es hostil, la pobreza estética y personal es parte de los personajes principales. El pesado calor del húmedo litoral acompañado por la música folclórica interpretada por el bandoneón que enuncia el ambiente externo y el sonido del bombo describiendo el latido de lo interno. Los personajes son extraídos del mundo real para ser sumergidos en una ficción a partir de vivencias personales que recorren el mundo de la adolescencia, el amor, la poesía, el despertar sexual, la familia como espacio contenedor y asfixiante, los amigos como escape y las promesas teñidas de secretos. La obra expone la necesidad imperiosa de rotular las cosas de forma categórica anulando la posibilidad de que sean solo emociones imposibles de ser descriptas por la razón.
Un poema adolescente desdoblándose en el espacio para convertirse en un hecho teatral. Nacho De Santis