Producto de la situación de público conocimiento que prohíbe el desarrollo de conciertos y actividades artísticas que, día a día, realizan nuestros 9 elencos nacionales de orquesta, coro y danza que componen la Dirección Nacional de Organismos Estables de la Secretaría de Gestión Cultural.
Los mencionados organismos se encuentran desarrollando una programación virtual para poder continuar con este objetivo de difundir cultura, por toda la Argentina, a cada espectador, pudiéndolo disfrutar desde casa.
En esta ocasión, comparto dos obras realizadas, desde sus hogares, por músicos integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional.
La primera es una versión de la obra «Milonga del 71′» de Lito Vitale, arreglos de Patricio Villarejo, e interpretada por los músicos integrantes de la fila de violas de la Orquesta Sinfónica Nacional.
En segunda instancia, comparto una versión de la obra «Arabesco» de Claude Debussy. La misma es interpretada por Sandra Acquaviva, flautista y piccolista de la Orquesta Sinfónica Nacional, obra que, en este caso, conserva una emotiva historia detrás: una interpretación que habla de superación y reencuentro. Una obra audiovisual que tiende un puente artístico, en estos tiempos de aislamiento social, entre Buenos Aires y Roma, más precisamente entre dos hermanas que así se vuelven a juntar a través del arte: Sandra Acquaviva y Giglia Aquaviva (artista plástica residente en la capital italiana) traspasan fronteras y, a través de la música y la pintura, se envuelven en ese abrazo que, la distancia y la propia lucha contra el Covid-19, han postergado.