Subversia vuelve a la carga tras su destacado álbum “All In” de 2016. Un nuevo paso en su carrera con cambios en el sonido y su formación.
Con el paso de power trío a cuarteto el combo desarrolla sus canciones con más contundencia en las guitarras y los ambientes, una sección rítmica que funciona como nunca antes, y los detalles y colchones de los teclados y efectos que entran ahora en juego. Joseph Adamanta, Javi de Pabs, Fer López-Andujar y Javi Duro son ahora Subversia y nos traen el primero de tres EPs que lleva por título “Emotional Big Bang”. Una trilogía que comienza aquí y nos llevará por un viaje a lo largo de futuras entregas.
A mediados del año 2020 llegó una primera entrega en forma de single/clip con “Far Away” donde se atisbaban las novedades en el sonido de la banda, y podíamos asistir a un clip donde encontramos a Subversia inmersos en un viaje alucinógeno como contrapunto a la temática de búsqueda de la que trata y a los toques psicodélicos que marcaban la canción. Aquí podéis ver y escuchar “Far Away”
Hace pocos meses llegó “Between Us”, que ahondó con un nuevo giro de volante en cuanto a lo compositivo. Más rockero con aromas de los 70’s y que ganaba a su predecesor en pegada guitarrera. El tema arrancaba de manera directísima y pasando casi de inmediato al estribillo, y de nuevo la psicodelia gana momentos álgidos para pasar a las estrofas declamadas más que cantadas.
En estos enlaces podéis escuchar lo que Subversia ha redondeado con “Emotional Big Bang”: Spotify, Apple, Deezer y Youtube. “Emotional Big Bang”, ha sido grabado en su totalidad por Alberto Martín y Rayco Gil en Lalavalab Estudios y está compuesto por cuatro temas (como lo estarán su dos próximos hermanos de trilogía) en los que se desarrolla un hilo conductor de narrativa emocional. Un Big Bang que atañe tanto al nuevo rumbo de Subversia así como las temáticas de las canciones: cambios, rupturas, descubrimientos. Podemos encontrar canciones como “Eves”; desesperada, que se sujeta en un recitado que da paso a espacios más álgidos y que rematan unos coros espectrales, casi etéreos. También los ritmos más actuales tienen cabida en este trabajo, con ráfagas after punk acompañados de arranques de furia más noventera en “Fireball”.