La menopausia suele ser un tema tabú. Nadie habla al respecto, evoca vejez, gordura, calores, fin de una etapa de sexualidad plena, temores. Sin embargo, es de suma importancia derribar todos esos mitos y dejar de tenerle miedo.
La etapa marcada por el fin del ciclo menstrual es una época que trae aparejada muchos cambios físicos y emocionales. Cada mujer puede experimentar diferentes síntomas en la menopausia. Algunas sienten síntomas muy leves que son fácilmente tratados: basta simplemente con cambios en el estilo de vida, tales como evitar la cafeína o llevar consigo un ventilador portátil para usar cuando empiezan los calores. Otras, padecen síntomas que pueden resultar más problemáticos.
Una de las dificultades que podrían atravesar las mujeres es el síndrome genitourinario de la postmenopausia; patología que afecta aproximadamente al 40% de las mujeres trabajadoras, activas, dinámicas y jóvenes. Si bien tiene ese nombre, este síndrome puede darse antes, y se trata de la atrofia vaginal que como consecuencia produce el adelgazamiento y sequedad de las paredes vaginales debido a una menor cantidad de estrógenos.
Este síndrome es más frecuente de lo que se piensa; incluso, puede ser catalogado como una enfermedad crónica, a menudo no diagnosticada correctamente, o no consultada por la poca información que hay al respecto, y el pudor que puede sentir la mujer al enfrentar esta problemática. Por eso, es importante estar alerta a los principales síntomas: la sequedad vaginal constante, la falta de lubricación en las relaciones sexuales y la picazón vaginal.
Ante esta situación, lo ideal es consultar con un médico especializado para poder dar con el diagnóstico indicado, descartar otras patologías y así realizar el tratamiento adecuado.
En el caso que efectivamente se trate del síndrome genitourinario de la postmenopausia, el especialista puede por un lado indicar la colocación de estrógenos locales, esta opción es una alternativa eficaz pero que deberá tener continuidad a lo largo de los años, o bien lo más nuevo: 3 sesiones de tan solo 20 minutos de duración con láser de Erbio. Este último tratamiento posee una efectividad del 70%, es rápido, indoloro, y no ablativo.
Hoy, el láser está revolucionando la medicina alrededor del mundo y es aplicado con éxito en diversas especialidades médicas. Incluso es la única opción de tratamiento en casos de atrofia vaginal para aquellas mujeres para las que la terapia con estrógenos locales se encuentra contraindicada.
La calidad de vida no debe verse disminuida durante la menopausia, puede ser una etapa plena y de disfrute. . Lo más importante es vencer el miedo y el pudor y hacer una consulta médica que nos permita conocer los tratamientos adecuados para tratar los síntomas que se nos presenten.