El senador nacional por San Juan, Roberto Basualdo, salió a responder los cuestionamientos sobre la cantidad de miembros de su equipo y señaló:
“Hago una autocrítica por haber estimulado el trabajo de tantas personas.
Cada vez que se iba renovando el Senado, los legisladores salientes me recomendaban a su gente de planta permanente, muy responsable y trabajadora, que si no estuvieran conmigo estarían con otro senador o en otra repartición, pero siempre en el Senado porque son del staff fijo del Congreso. Muchos de ellos querían sumarse a mi equipo porque saben que doy estímulos pagados de mi bolsillo o viajes a quienes mejor se desempeñan en la producción de proyectos. Ese fue el ‘pecado’ que cometí”.
“Sin embargo, no estaba infringiendo ninguna norma porque el reglamento no establece límites respecto a la cantidad de asesores de planta permanente, y respecto a los de planta transitoria, hay módulos que se van asignando: uno puede tener menos asesores mejores pagos, utilizando pocos módulos por cada uno, o al revés”, afirmó.
Por otro lado, a pesar de no estar infringiendo ninguna norma, anunció una fuerte reducción de su equipo de trabajo que a partir del 31 de marzo será de 23 profesionales, 15 de planta transitoria a desempeñarse en su despacho y 8 de planta permanente en el bloque al cual pertenece.
En esto, expresó: “Gracias a mi grupo de asesores, pasé de presentar 50 a 500 proyectos al año; y la comisión que presidí, de Economías Regionales y MiPymes, pasó de 10 reuniones anuales a 41 en 2017. Allí dimos tratamiento a importantes proyectos como la Ley Pymes y la Ley de Emprendedores”, remarcó.
Asimismo, dijo: “Pido disculpas si han creído que tuve gente para algún beneficio personal. Todo lo contrario. Ni siquiera vivo de mi sueldo como senador porque desde que asumí, hasta hoy, lo dono a diferentes instituciones. Parece que hay gente a la que esto le cae mal”. Y agregó: “Siempre que falta algo en el despacho, computadoras, escritorios, sillas, aire acondicionado, lo que sea, lo pago de mi bolsillo; jamás acepté viáticos, siempre tuve que hacer enormes trámites y expedientes para poder rechazarlos; y los pasajes que no utilizo los dono, lo que me permitió traer el año pasado a 50 estudiantes de escuelas sanjuaninas a Buenos Aires, para recorrer capital federal, conocer el Congreso y la Casa Rosada, con todo pago, pasajes en avión, almuerzo y micros”.
El reglamento actual no establece límites en cuanto a la gente de planta permanente que se puede tener. En cuanto al personal de planta transitoria, explicó: “Todos los senadores tenemos 7.388 módulos para dividir en varias categorías. Hay algunas categorías chicas que ocupan 138 módulos, y de esos podrían poner 50 asesores, por decir algo. Y hay categorías grandes que ocupan 845 módulos, que podría poner 9. El reglamento permite hasta 30 asesores transitorios, siempre y cuando no superen los 7.388 módulos. Nosotros teníamos varias categorías chicas, por eso el número de asesores era grande y por eso también se les daba un incentivo”.
“¿Quién pone a la gente en planta permanente? ¿Quién la autoriza? Las autoridades de la Cámara de las diferentes gestiones desde 1983 hasta 2015, desde que volvimos a la democracia. Y a ellos no los puede echar nadie”, resaltó.
Además destacó: “Nuestro equipo trabaja durante enero y febrero, es por eso que el primer día de sesión pudimos presentar 60 proyectos. Todo lo que estamos haciendo es gracias a la cantidad y al profesionalismo de la gente que trabaja con nosotros”.
“El personal que hasta ahora se desempeñaba conmigo tampoco se va a quedar sin trabajo, porque son de planta permanente. Seguramente serán asignados a otros despachos, o a alguna repartición del Senado, pero ninguno se va”, expresó Basualdo.