En su primera colaboración, Enrique invitó a DJ Mämi, una referente indiscutida de lo más novedoso de la escena urbana, para explorar juntos un sonido que te haga bailar, en vez de sufrir por una despedida.
La canción refleja el empoderamiento requerido para superar el dolor de una pérdida emocional, y el motivo de cantarla de a dos muestra el valor de tener a alguien al lado en quien apoyarse.