En Uruguay, cuna de grandes músicos, deportistas y, en definitiva, luchadores, el código 77 es el que utiliza la policía para identificar a los individuos sin antecedentes.
Un código que refleja la difícil vida de Facundo Cedrés (aka Pekeño 77): procedente de un barrio marginal de la ciudad de Canelones, su vida siempre ha estado rodeada de problemas, líos, ansiedad, sueños rotos y esperanza de progresar. Hasta que conoció la música, más concretamente el trap, y encontró entonces un camino hacia este deseado progreso.
Con apenas 19 años publicó su primera canción “Tony Love”. Para otro de sus grandes éxitos, “Pistolas II”, tuvo que vender su moto para costear el videoclip. Y así, gracias al esfuerzo y crearse un estilo propio, logró hacerse un hueco en la emergente escena uruguaya. Fue abriéndose camino a base de millones de reproducciones en redes y pronto llegaron importantes reconocimientos: colaboraciones con referentes como C.R.O y Homer el Mero Mero, su participación en la primera película del rap argentino “Panash”, su actuación en el festival Buenos Aires Trap y sus dos feats con Bizarrap.
Porque cuando Bizarrap te elige para una colaboración es que posees algo especial. Y Pekeño 77 lo tiene. Tras haber presentado “Coronando II”, el Mc presenta “Simplemente yo”, el segundo adelanto de su inminente disco “Sin Prontuario”. Canción en la que mantiene intacto su espíritu callejero con una letra cruda y realista, rapeando ágil sobre una instrumental que nos evoca al sonido revientagraves del trap del sur de Estados Unidos. Mientras avanza con firmeza en su camino por traspasar fronteras tras convertirse en el máximo exponente en Uruguay, su música empieza a sonar con imponente fuerza en Argentina y España. Su nombre comienza a hacerse grande.