Hay dos elementos esenciales e imprescindibles para que un artista logre tener millones de seguidores: talento y autenticidad.
“El Misionero” posee estas dos virtudes fundamentales y además irradia un gran carisma, una profunda capacidad de comunicación y una visión personal de la realidad que lo han convertido en una de las figuras más relevantes de la escena del freestyle en habla hispana, y en un referente inspirador para los jóvenes de hoy.
Por su gran trayectoria como artista de rap y host, por su capacidad para transmitir en las redes sociales y por la autenticidad de su personalidad, es que El Misionero se convirtió en un referente de millones de jóvenes, pero sobretodo porque su vida y su arte palpitan al pulso del hip-hop.
ACERCA DE EL MISIONERO:
El Misio nació en 1983 en Posadas (Misiones). Ya en el 2006 comenzó a competir en Batalla de los Gallos y desde su primera presentación se destacó por la profundidad y originalidad de sus réplicas. Participó como artista activo del underground nacional, fue parte protagonista del circuito rapper que nació en el Abasto y creador de sus propias canciones.
Hasta que en 2013 se generó uno de los quiebres más importantes de la historia del freestyle. Darío Silva “El Misionero” se hizo cargo de la conducción de una nueva Final Nacional de Batalla de los Gallos, siendo este su debut oficial como host del evento donde desplegó una energía arrolladora y una presencia cautivante.
El rol del host cambió desde aquella nacional. El Misionero pasó a manejar el pulso del show, sumándole emoción a cada batalla e integrando al público como protagonista del evento. Confiando en su éxito se aferró a su estilo e hizo de eso una marca, en “El Desafío: La Cátedra”, en Sudamérica y en un evento que se convirtió en uno de los grandes hitos de la cultura hip-hop: la décima edición de Batalla de los Gallos en el Microestadio de Tecnópolis, donde arengadas por el Misio, más de 8 mil personas hicieron vibrar el recinto.
De ahí en adelante pasó a ser el Host más importante de la Argentina y de toda Latinoamérica. God Level, la Final Internacional de BDLG, y el FMS fueron espacios donde el Misio desplegó su talento e hizo crecer su popularidad.
Pero el éxito no cambió ni su forma de ser ni sus objetivos de vida. El Misionero siguió conectado con los espacios de base donde se generan los nuevos talentos y desarrollando actividades de gran compromiso social, como las clases de hip-hop, que dictó durante 5 años, a jóvenes adultos de 18 a 24 años en la cárcel de Marcos Paz.
Su espíritu inquieto lo llevó, junto a Skone, a realizar Panamericana: un viaje por toda Latinoamérica. Conociendo cada punto de nuestro continente, descubriendo las plazas de cada país y encontrándose con caras conocidas de la cultura urbana.
El Misionero demostró ser un gran artista sobre el escenario y un comunicador e influencer de gran llegada en las redes sociales, en Twitch, en sus streamings, donde ya acumula más de 178 mil seguidores y en las batallas virtuales, de una enorme repercusión, que realizó durante el año 2020.